“La Bruja Berta”
Valerie Thomas/Korky Paul
Bs.As.: Ed. Atlántida
La bruja Berta vivía en una casa toda negra. La casa era negra por fuera y negra por dentro. Las alfombras eran negras. Las sillas eran negras. La cama era negra y tenía sábanas negras y frazadas negras. Hasta el baño era negro.
Berta vivía en su casa negra con su gato llamado Bepo. El gato también era negro.
Y así comenzaron los problemas.
Cuando Bepo se echaba en una silla con sus ojos abiertos, Berta lo podía ver. Al menos podía ver sus ojos.
Pero cuando Bepo cerraba sus ojos y se ponía a dormir Berta no lo veía para nada, y entonces se sentaba encima.
Cuando Bepo se echaba en la alfombra con sus ojos abiertos, Berta lo podía ver. Al menos podía ver sus ojos.
Pero cuando Bepo cerraba sus ojos y se ponía a dormir Berta no lo veía para nada, y entonces tropezaba con él.
Un día, después de una caída muy fea, Berta decidió que algo había que hacer.
Tomó su varita mágica, la agitó una vez y ¡ABRACADABRA! Bepo dejó de ser un gato negro.
Ahora era verde brillante.
Entonces, cuando Bepo dormía en la silla, Berta lo podía ver.
Cuando Bepo dormía sobre el piso, Berta lo podía ver.
Y también lo podía ver cuando dormía sobre la cama.
Aunque a Bepo no le estaba permitido dormir sobre la cama... y Berta lo llevó afuera, y lo dejó sobre el pasto.
Cuando Bepo se echaba en el pasto, Berta no lo podía ver, aunque sus ojos estuvieran bien abiertos.
Berta salió precipitadamente afuera, tropezó con Bepo, dio tres volteretas, y cayó en una mata de rosas llenas de espinas.
Esta vez, Berta estaba furiosa. Tomó su varita mágica, la agitó cinco veces y ¡ABRACADABRA! Bepo tenía la cabeza colorada, el cuerpo amarillo, la cola rosada los bigotes azules, y cuatro patas violetas, pero sus ojos seguían siendo verdes.
Ahora Berta podía ver a Bepo cuando se echaba en una silla, en la alfombra, y cuando se desplazaba agazapado en el pasto.
Y aun cuando trepaba al árbol más alto.
Bepo trepó al árbol más alto para esconderse. Se le veía ridículo y él lo sabía.
Hasta los pájaros se reían de Bepo.
Bepo se sentía desgraciado.
Se quedó en lo alto del árbol todo el día y toda la noche.
La mañana siguiente, Bepo seguía subido al árbol.
Berta estaba preocupada.
Quería a Bepo y no le gustaba que se sintiera desgraciado.
Entonces, Berta tuvo una idea.
Agitó su varita mágica y ¡ABRACADABRA! Bepo fue otra vez un gato negro.
Bajó del árbol ronroneando.
Entonces, Berta nuevamente agitó su varita, una, dos y tres veces.
Ahora, en lugar de una casa negra, tenía una casa amarilla con un techo colorado y una puerta también colorada. Las sillas eran blancas y coloradas con almohadones blancos.
La alfombra era verde con flores rosadas.
La cama era azul, con sábanas blancas y rosadas.
El baño era blanco reluciente.
Y ahora, Berta podía ver a Bepo no importaba dónde estuviera
Actividad :
-Leer el cuento en familia
-¿Qué le hizo Berta a su gato negro?
-¿Cómo soluciono el problema La bruja Berta? ¿Cómo se veía su casa ahora?
-Si fueras una bruja que harías con tu varita mágica. Dibuja y trata de escribir lo que harías.
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